La molienda de cemento es una de las principales actividades industriales a nivel mundial y es esencial para la construcción de infraestructuras y edificios.

Sin embargo, este proceso también es responsable de una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático y al calentamiento global.

A día de hoy se reduce las emisiones de CO2 en la producción de cemento, con el uso de aditivos de molienda, una solución técnica avanzada con una gran relación calidad-precio, que permite minimizar el coste en la molienda de cemento y lograr una optimización energética destacada durante el proceso de molienda del cemento.

Otro enfoque importante de estos aditivos es su sostenibilidad y optimización en el consumo de energía. Puesto que, la producción de cemento requiere una cantidad significativa de energía, principalmente en forma de combustibles fósiles.

Además de los esfuerzos en I+D, también se está promoviendo la conciencia y la certificación de prácticas sostenibles en la producción de cemento.

Proquicesa está comprometida con la investigación y el desarrollo de tecnologías sostenibles para reducir las emisiones de CO2 y minimizar su impacto en el medio ambiente, trabajando hasta el día de hoy con empresas y cementeras en todo el mundo.

Reducción de emisiones de CO2 es a través del almacenamiento de carbono y molienda de cemento

En respuesta a esta preocupación, la industria del cemento ha iniciado investigaciones y desarrollos tecnológicos para producir cemento de manera más sostenible, reduciendo o neutralizar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas durante su producción encontrando formas de aprovechar los subproductos

Estos esfuerzos se enfocan en reducir o neutralizar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas durante su producción encontrando formas de aprovechar los subproductos.

Uno de los métodos más prometedores para reducir las emisiones de CO2 es a través de la captura y almacenamiento de carbono. Esta técnica implica capturar el CO2 antes de que sea emitido a la atmósfera y almacenarlo de forma segura en el subsuelo y utilizarlo en las diferentes  industrias.

A pesar de ser una tecnología todavía en desarrollo, hay varias plantas de cemento en todo el mundo que ya están utilizando CCS con resultados alentadores.

Al igual, que la utilización de otra técnica innovadora que es utilizar únicamente piedra caliza y arcilla junto a otros con menor contenido de carbono y, por tanto, puedan reducir significativamente las emisiones de CO2 en la producción del cemento.

A través de la utilización de aditivos de molienda de cemento y ahora en técnicas de captura y almacenamiento de carbono, se está logrando un progreso significativo en la producción de cemento más sostenible.

Además, la conciencia y la certificación de prácticas sostenibles también juegan un papel importante en la promoción de un cambio hacia un futuro más sostenible en esta industria.

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