Comenzamos el post de hoy, explicando que los óxidos de nitrógeno (NOx) son un conjunto de gases peligrosos formados por la combinación de oxígeno y nitrógeno durante la combustión de combustibles fósiles.

Además, son altamente contaminantes y se producen a través de la combustión en motores de vehículos, industrias o en procesos de generación de energía. Su presencia en la atmósfera contribuye al aumento de la lluvia ácida, la formación de smog y la degradación del ozono en la troposfera.

También, tienen un impacto negativo en la salud humana y contribuyen al calentamiento global y a la formación de lluvia ácida.

Por esta razón, es necesario implementar medidas para reducir su emisión a la atmósfera.

En la actualidad, la reducción de NOx es posible mediante el uso de la tecnología Reducción Catalítica Selectiva (SCR)

Tratar los Nox u óxidos de nitrógeno es un tema que ha cobrado gran relevancia en los últimos años debido a su impacto en el medio ambiente y la salud de las personas.

Es por eso que la búsqueda de soluciones para disminuir las emisiones de NOx, especialmente en las industrias que utilizan combustibles fósiles, se ha vuelto una prioridad.

Tratar los NOx mediante procesos fotocatalíticos

Existen diferentes métodos para tratar los Nox, entre los que se encuentra el proceso fotocatalítico. En cuanto a la tecnología de la fotocatálisis, esta, implica la combinación de la fotoquímica con la catálisis.

Este método utiliza la luz solar o luz artificial para catalizar la conversión de los NOx en productos menos nocivos como el nitrógeno, el dióxido de carbono y el agua.

Es un  proceso basado en la utilización de materiales fotocatalizadores, como el dióxido de titanio (TiO2), que reaccionan con los NOx y otros contaminantes presentes en el aire, oxidándolos y reduciéndolos a compuestos menos tóxicos.

De hecho, una de las principales ventajas de este proceso es que puede llevarse a cabo en condiciones ambientales, lo que lo convierte en un método sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Además, puede ser aplicado en diferentes escalas, desde pequeños espacios para purificar el aire en interiores como túneles, parkings, terminales de autobuses hasta en calles y carreteras para el tratamiento de emisiones (CO2, NOx, SOx, COVs).

Su implementación a gran escala y la mejora continua en los materiales fotocatalizadores pueden contribuir significativamente a la reducción de los niveles de NOx en nuestro entorno, mejorando así la calidad del aire y protegiendo la salud humana y el medio ambiente.

Ya que también, es aplicable sobre superficies porosas minerales como aceras, asfaltos, fachadas, pavimentos, monumentos, mobiliario urbano, etc.

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